TERREMOTO
CHILE ALBERGA AL MOVIMIENTO TELÚRICO REGISTRADO MÁS GRANDE EN LA HISTORIA

El terremoto de Valdivia de 1960, conocido también como el Gran Terremoto de Chile, fue un sismo registrado el domingo 22 de mayo de 1960 a las 15:11 hora local (UTC-4).
Su epicentro se localizó en las cercanías de la ciudad de Valdivia, Chile, y tuvo una magnitud de 9,5 en la escala sismológica de magnitud de momento, siendo el mayor registrado en la historia de la humanidad. Junto al terremoto principal se registraron una serie de movimientos telúricos de importancia entre el 21 de mayo y el 6 de junio que afectaron a gran parte del sur de Chile.
El sismo fue percibido en diferentes partes del planeta y produjo un maremoto que afectó a diversas localidades a lo largo del océano Pacífico, como Hawaii y Japón, y la erupción del volcán Puyehue. Más de 2000 personas fallecieron y más de 2 millones quedaron damnificadas a causa de este desastre.
A las 15:11 del domingo 22 de mayo de 1960, comenzó a producirse una ruptura tectónica de proporciones nunca antes registradas en la historia de la humanidad. El epicentro de este gran sismo comenzó en la zona cercana a Temuco y poco a poco se expandió hacia el sur en una sucesión de rupturas epicentrales a todo lo largo de la costa meridional de Chile. El masivo evento fracturó toda la zona de subducción entre la península de Arauco(Región del Biobío) y la península de Taitao (Región de Aysén). Finalmente alcanzó los 9,5 MW1 y tuvo una duración aproximada de 8 minutos, debido principalmente a la gran extensión geográfica — casi 1000 km de norte a sur—. Estudios posteriores sostienen que en realidad se trató de una sucesión de 37 o más terremotos cuyos epicentros abarcaron una superficie total de 1350 km. En suma, el cataclismo devastó todo el territorio chileno entre Talca y Chiloé, es decir más de 400.000 km².
La zona más afectada fue Valdivia y sus alrededores. En dicha ciudad el terremoto alcanzó una intensidad de entre XI y XII grados en la escala sismológica de Mercalli. Gran parte de las edificaciones se derrumbó inmediatamente, mientras el río Calle- Calle inundaba las calles del centro urbano.
El maremoto provocado por semejante ruptura fue devastador, afectando a la costa chilena entre Concepción y Chiloé. En el puerto de Corral, cercano a Valdivia, el nivel del mar se elevó sobre 4 m antes de comenzar a retraerse rápidamente (cerca de las 16:10), arrastrando barcos ubicados en la bahía —principalmente los navíos Santiago, San Carlos y Canelos—. A las 16:20, una ola de 8 m de altura azotó la costa entre Concepción y Chiloé a más de 150 km/h, ocasionando la muerte de cientos de habitantes de diversas localidades. Diez minutos después, el mar volvió a retroceder, arrastrando ruinas de pueblos costeros para impactar nuevamente con una ola superior a 10 m de altura. Varios navíos resultaron completamente destruidos, salvo el Canelos, que encalló tras ser arrastrado por más de 1,5 km tierra adentro.
Posteriormente, la onda expansiva comenzó a recorrer el océano Pacífico. Casi quince horas después del evento en Valdivia, un maremoto de 10 m de altura azotó la ciudad de Hilo, en el archipiélago de Hawái, a más de 10 000 km de distancia del epicentro, provocando la muerte de 61 personas. Similares eventos se registraron en Japón, las Filipinas, Rapa Nui, la zona oeste de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Samoa y las islas Marquesas.
Mientras la noticia del terremoto más fuerte registrado en la
historia recorría el mundo y reporteros internacionales,
políticos y militares se dirigían a las ciudades afectadas, una
posible catástrofe aún mayor era analizada por organismos
gubernamentales. Debido al terremoto, diversos cerros se
habían derrumbado bloqueando el desagüe del lago Riñihue
(39°46′43″S 72°27′03″O). El Riñihue es el último de los Siete
Lagos, una serie de lagos interconectados, y desagua por el
río San Pedro que recorre diversas localidades hasta llegar a
Valdivia antes de desembocar en el Pacífico.
Antecedentes del tipo de desastre que se podía producir, ya
se conocían; ya que está descrito que en el terremoto del
16 de diciembre de 1575, en el que la fuerza del sismo fue tan
grande, que un derrumbe cerró el desaguadero del lago
Riñihue, dique que cedió en abril del año siguiente, inundando
en forma desastrosa una extensa región.
Al bloquearse el río San Pedro, el nivel de las aguas comenzó a crecer rápidamente. Cada metro que subía el nivel del lago correspondía a 20 millones de m³ por lo que cuando el lago se rebasase al superar el tercer y último tapón de 24 m de altura, tendría más de 4800 millones de metros cúbicos que bajarían por el río San Pedro con un caudal de más de 3000 m³/s (durante sus crecidas, el San Pedro no superaba los 400 m³/s) destruyendo todos los pueblos en su ribera en menos de 5 horas. Dicho caudal podría haber aumentado a cifras incalculables en caso de que el tapón formado hubiese colapsado.
Para evitar la destrucción definitiva de Valdivia y Corral, diversos batallones del Ejército de Chile y cientos de obreros y constructores de ENDESA, CORFO y el Ministerio de Obras Públicas participaron en la tarea de controlar el vaciado del lago de tal forma que su cauce no arrasara con lo que quedaba de aquellas ciudades. Para esto, se intentó con 27 topadoras, trabajar para bajar el nivel del tapón de 24 a 15 m y permitir que el lago comenzara a vaciar lentamente 3000 millones de m³, mientras otros detenían el flujo de los ríos que conectan el Riñihue con los lagos Panguipulli, Calafquén, Neltume y Pirihueico. Sin embargo la maquinaria, a pesar de ser cotidianamente utilizada en movimiento de tierras, no tuvo mayor avance debido a que las orugas se pegaban en el barro haciendo imposible la movilidad. De esta forma, la única posibilidad de eliminar el tapón, quedo en manos de cientos de obreros llegados de distintos rincones del país, los verdaderos héroes, que armados con una simple pala, consiguieron lo que la maquinaria no pudo. El día 23, tras agotadoras horas de trabajo, el lago comenzó lentamente a vaciarse desvaneciendo el potencial peligro a los 100 000 habitantes que vivían en la zona afectada. Los trabajos, liderados por el ingeniero Raúl Sáez, acabaron solamente dos meses después del inicio de las maniobras.
Todos estos eventos son conocidos como la «hazaña» o «epopeya del Riñihue», producto de la gravedad de la situación y la forma en que se desarrolló la respuesta por parte de los integrantes de los organismos del Estado chileno, las empresas privadas y públicas, el Ejército y miles de voluntarios que colaboraron directa e indirectamente en la faena. Todos estos hechos quedaron registrados en un documental llamado La Respuesta (Hazaña del Riñihue) realizado por el historiador chileno-español Leopoldo Castedo, en el cual se narra la respuesta para desactivar el potencial destructivo de la naturaleza.
Chile se ubica a lo largo de una zona de alta sismicidad conocida como el «Cinturón de fuego del Pacífico». Esto es producto del choque tectónico entre la placa de Nazca y las placas Sudamericana y de Chiloé. Al mismo tiempo ocurre la subducción de la primera bajo ambas placas continentales. El movimiento y la fricción entre estas placas tectónicas convierte a Chile en una zona con frecuentes terremotos y alto vulcanismo.
La energía que se produce debido a la tensión entre estas placas se puede acumular para manifestarse en grandes movimientos telúricos como fue en el caso de Valdivia. Estudios actuales han demostrado que terremotos similares, denominados «gigantes», tienen un patrón de ocurrencia cercano a los 300 años; provocó drásticos cambios en la estructura de la Tierra. El eje terrestre se movió 3 cm, mientras las placas de Nazca y de Chiloé se acercaron bruscamente cerca de 40 metros, cuando normalmente lo hacen entre 8 y 9 cm anuales. Dicha energía equivale a aproximadamente el 22,2 % de la energía liberada por todos los movimientos sísmicos entre enero de 1906 y diciembre de 2005 (100 años exactos).
Fuente: Wikipedia


